Compasión

De nazareno voy a tu lado
implorando tu compasión,
reclamando a tu corazón
la oportunidad que has dado.
Mi penitencia corre roja
por mi espalda cansada,
por cada golpe templada,
cada vez que se enoja,
con mi corazón y mi alma.

Cuan duros son los caminos
que conducen a quien ama,
que me llevan remolinos
de amor hacia tu cama.
Rompo y rasgo por tu cariño
y por el empuñare mi espada,
por todos los rincones escudriño
la noble presencia de mi amada.

Hasta allí donde me digas voy,
sin el porque siquiera saber
lo que quiero y lo que soy,
y no te quiero por querer.
Te quiero por tu mirar
te quiero por mi sentir
hoy te voy a confesar,
que sin ti ya no se vivir.