Dios II

Aunque mis versos digan lo contrario
soy un optimista por convicción,
por suerte no soy un mercenario,
y pienso que mañana saldrá el sol.
Pero cuando me pongo a escribir
e intento plasmar un momento,
lo que todos deseamos vivir
no puedo plasmarlo con un sentimiento.
Sin embargo la amargura
y la plena desesperación,
me fluyen en la escritura,
me salen del corazón.
No creo en ningún Dios
o por lo menos como se representa,
Creo en mis amigos
en ellos si tengo una fe ciega.
Creo en el Amor
aunque a veces se me niega.
Hay muchas cosas en las que tener
esa fe, que tú a tu Dios demuestras,
y ninguna de ellas hay que desmerecer
pues puedes encontrar en todas,
la fuerza que se necesita para seguir
viviendo con la cabeza bien alta,
ánimos para poder sentir
en tu vida nada te falta.
Respeto muchísimo a tu Dios
es el mismo que el de mis padres,
Pero no lo cambio por uno ni por dos
de mis amigos, con quienes,
comparto alegrías y penas
con quien lloro y a quien consuelo,
tampoco por mi dueña
a quien amo y por quien muero.
No maldigo a la vida,
es una forma de hablar
no la culpo de mis malos días,
a mi me los suelo achacar,
Tampoco estoy enfadado
con la humanidad entera,
al revés la he amado
y amaré mientras no muera.