Como una hoja en blanco
es el futuro que se antoja,
más dinámico que estanco,
ojala sus frutos recoja.
Nos labramos nuestro sino,
unos con hierros fuertes
otros con talco fino,
pero todos inconscientes,
que no manejamos el destino.
Pero las inclemencias del tiempo
no las manejamos a nuestro antojo,
y las cicatrices del cuerpo
son como quemas de rastrojo.
Hay quien con pesados yelmos
trabaja duramente su futuro,
siembra y riega en sus tiempos
pero no llega a recoger el fruto.
Hay también quien tumbado
ve como crecen las hierbas,
y pone en riesgo lo sembrado,
y aun así le salen las cuentas...
Como bien decía Napoleón
"Ese general que me dices que es tan bueno....¿Tiene suerte?"
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