de un hombre que trabajaba,
El pan a casa llevaba
deslomándose tó los días
Tenía un pobre jornal
que todo el mes estiraba,
que raramente llegaba
eso era lo más normal.
Pidió un aumento de sueldo
al que mandaba en la empresa,
a mi me vienes con esas,
¡Vete no me seas pendejo!
Bajando esa mirada
y dándose media vuelta,
mi amigo se iba a la puerta,
dándole al jefe la espalda.
Noto que el jefe reía
y armándose de valor,
le hizo beber lejía
así esta mucho mejor.
Le despidieron seguido,
y se quedó en el paro,
así se acaba el corrido
de un currela ya cansado.
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