Allí bailaban las notas
De Sabina y su princesa
Y tu mirada traviesa
Acompañando a tu boca
Pidiendo besos y copas,
De ganas dolían mis labios
Qué sin más trampas ni engaños
Impacientes esperaban
Inconscientes te deseaban
Aquellos besos de antaño.
Tus ojos brillaban ebrios
Los míos vidriosos estaban
Mi corazón galopaba
A trompicones necios
Hasta que una voz de lejos
Trajo a tu cuerpo presente
Una amnesia irreverente,
Dándome a mí un gran sopapo
Más por listo que por guapo
Un zasca en toda la frente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario