Flores en las tapias,
paredes de oscuro luto,
almas vacías
lloran al difunto.
Una madre, ya huérfana, llora
exigiéndole a su Dios,
"devuélvemelo aquí y ahora,
o llévanos a los dos".
Un padre, más muerto que vivo,
mira sus manos fuertes y recias,
mientras dice para sus oídos,
"¿Que puedo hacer para que vuelvas?".
¡Arráncales las entrañas!
Si demostrar tu poder pretendes
pero no destroces sus almas,
es lo único que ellos tienen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario