De mi padre he aprendido
a valorar el momento,
a no olvidar lo perdido,
a contentarme con lo que tengo.
De mi madre aprendí
a querer sin limites,
a olvidar lo que sufrí
a aguantar los envites.
De algunos profesores,
la pasión por lo que se hace,
ellos si que eran señores
y en mi vida me los crucé.
De mis amigos, a dar.
Me dieron cuanto tenian,
sin a penas esperar
que lo devuelva un día.
De mis amores, que decir
"Te quiero" no es fácil,
si necesitas sentir
algo más sutil.
De Alaitz aprendo,
a emocionarme a diario,
a mantener ese recuerdo
que lo hacia antaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario